Conducir una excavadora parece ser una forma majestuosa de controlar este gigante, pero en realidad hay muchas cosas preocupantes. En primer lugar, la avería del equipo es sin duda una pesadilla. Si el motor falla, como si se cala repentinamente o no arranca, el trabajo se interrumpirá instantáneamente, especialmente en algunos entornos operativos de emergencia, las consecuencias serán desastrosas. No sólo eso, las reparaciones de las averías del motor suelen ser complejas y costosas, lo que supone una pesada carga financiera para la construcción. Los problemas con el sistema hidráulico también son extremadamente difíciles, como fugas de aceite hidráulico o fallas del cilindro hidráulico, que afectarán directamente el rendimiento de trabajo de la excavadora, impidiéndola funcionar normalmente. Las fugas de aceite hidráulico también pueden causar contaminación ambiental o incluso incendios y otros accidentes de seguridad. Las fallas del sistema eléctrico también son un dolor de cabeza. Las pantallas anormales del panel de instrumentos, las luces tenues, etc. afectarán el juicio del operador sobre el estado del equipo y aumentarán los riesgos operativos. La falla de los componentes eléctricos clave puede causar que la excavadora no arranque o se detenga normalmente, lo que pone en peligro. el operador. Los concesionarios de segunda mano, al comprar una excavadora de segunda mano, comprobarán cuidadosamente si el equipo tiene un historial de estas averías. De ser así, será necesario evaluar el costo de las reparaciones y el impacto en el valor del equipo. Al vender, también explicaremos sinceramente el estado del equipo a los clientes y brindaremos algunas posibles soluciones, como recomendar canales de reparación confiables.

En segundo lugar, los accidentes de seguridad son aún más aterradores. Los deslizamientos de tierra y los deslizamientos de tierra son como demonios ocultos durante las operaciones de excavación, especialmente cuando se trabaja en sitios con suelo inestable o en montañas o pendientes. Una vez que ocurren, los equipos pueden quedar enterrados y dañados, y la seguridad de la vida de los operadores también se verá seriamente amenazada. Los accidentes por colisión también ocurren de vez en cuando. Debido a las limitaciones del campo de visión operativo de la excavadora, es fácil chocar con otros equipos, edificios u obstáculos en un espacio de trabajo estrecho o en un entorno de construcción complejo, causando daños a ambas partes e incluso. damnificados. Los accidentes por vuelco son igualmente peligrosos. Cuando se trabaja en terreno irregular o se realizan grandes movimientos, la excavadora puede volcar, lo que supone una gran amenaza para la vida del operador y también puede causar grandes daños a la excavadora. Cuando los concesionarios de segunda mano se enfrentan a excavadoras de segunda mano que pueden haber tenido un historial de accidentes de seguridad, serán más cautelosos a la hora de evaluar su valor residual y sus riesgos potenciales. Durante las ventas, se enfatizará a los clientes la importancia de una operación segura y se brindarán algunas sugerencias de recursos de capacitación en seguridad para reducir la posibilidad de accidentes de seguridad durante el uso del cliente.

Además, el mal tiempo también dificulta el manejo de la excavadora. Cuando ocurren fuertes lluvias e inundaciones, el agua se acumula en el sitio de construcción, lo que no solo afecta las operaciones normales, sino que también puede causar que la excavadora quede sumergida en las inundaciones, causando daños graves. Al mismo tiempo, las inundaciones pueden aflojar el suelo y aumentar el riesgo de derrumbes y deslizamientos de tierra. Los vientos fuertes afectarán la estabilidad de la excavadora, lo que es más evidente cuando se trabaja a gran altura o en operaciones de excavación a gran escala. También puede hacer estallar escombros y lesionar al operador. En ambientes de alta temperatura, los motores de las excavadoras y los sistemas hidráulicos son propensos a sobrecalentarse, lo que afecta el rendimiento y la vida útil, y los operadores también son propensos a sufrir un golpe de calor. En climas muy fríos, es difícil arrancar la excavadora y la fluidez del aceite hidráulico se reduce, lo que afecta el rendimiento operativo. El frío también puede causar daños a las piezas del equipo. Cuando los concesionarios de segunda mano compran excavadoras usadas, comprenderán cómo se ha utilizado el equipo en condiciones climáticas adversas y evaluarán sus posibles daños. En el momento de la venta, se recordará a los clientes que presten atención a las precauciones operativas y a los métodos de mantenimiento en diferentes condiciones climáticas para prolongar la vida útil del equipo.
En definitiva, hay muchas cosas que pueden dar miedo al conducir una excavadora, y los concesionarios de segunda mano desempeñan un papel importante en el proceso. Al inspeccionar, evaluar y brindar sugerencias cuidadosamente, brindan a los clientes excavadoras de segunda mano más confiables y, al mismo tiempo, contribuyen al desarrollo estable de la industria de las excavadoras.